HISTORIA DE JOAQUÍN PARDAVÉ ARCE, ESTRELLA DE LA ÉPOCA DORADA.

Historia de Joaquín Pardavé, época de oro.

Historia: Un día como hoy, pero hace 69 años, falleció el extraordinario actor, director, guionista, pintor, compositor y fulgurante estrella de la época dorada del cine nacional, Joaquín Pardavé Arce (1900-1955), cuya fructífera existencia, estuvo marcada por la actividad artística en diversas facetas y con gran éxito.

Joaquín Pardavé, nació en la ciudad de Pénjamo, Guanajuato, el 30 de septiembre de 1900, en el contexto del porfiriato y su carrera de actor la inició casi en la cuna, ya que sus padres, de origen español (el histrión Joaquín Pardavé y la cantante de zarzuela, Delfina Arce) fueron modestos artistas que laboraban en caravanas artísticas itinerantes.

Así, a la temprana edad de cuatro años Joaquín Pardavé se incorporó al trajín laboral de sus padres e inició su carrera artística que, durante más de medio siglo, edificó de manera exitosa en el mundo del espectáculo, de la primera mitad del siglo XX.

Durante los primeros años de Joaquín Pardavé, sus padres, conscientes de la difícil vida de los artistas, lo estimularon a formarse académicamente, pero tras la muerte de su madre, en 1916, el adolescente tuvo que dejar sus estudios de bachillerato, para trabajar y sostener a sus hermanos (el tambien actor, José y Julia).

Por este motivo, Joaquín Pardavé se trasladó a la industriosa ciudad de Monterrey, Nuevo León, para laborar como telegrafista, en la otrora poderosa empresa paraestatal, «Ferrocarriles Nacionales», pero en 1919, su tío Carlos Pardavé, también actor, lo integró a su compañía de zarzuela.

Su debut teatral

Fue en 1919, con la puesta en escena «Los hijos del Capitán Grant» y aunque Joaquín Pardavé pudo representar diversos papeles en los géneros de la tragedia y del drama, su enorme carisma y simpatía natural, lo decantaron al terreno de la comedia, que fue el género en el que mejor se desenvolvió y con el paso de los años, se convirtió en uno de los principales referentes.

Es muy importante puntualizar que, desde muy joven, Joaquín Pardavé se insertó en el popular mundo de las carpas, al hacer pareja con el talentoso cómico Roberto «El panzón» Soto, uno de los más grandes artistas de dicho espacio y quien fue padre de otro extraordinario actor cómico, Fernando Soto «Mantequilla», a quien recordamos como soporte actoral de grandes estrellas del cine mexicano, como Pedro Infante o Germán Valdés «Tin Tan.

Así, a mediados de la década de los años veinte, Joaquín Pardavé conoció, se enamoró y se casó con la tiplé, Soledad Rebolledo («Cholita») con quien compartió las últimas tres décadas de su vida y a quien le compuso y dedicó hermosas melodías, de gran popularidad, como

  • «Plegaria»
  • «Bésame en la Boca»
  • «Negra Consentida»; y
  • «Varita de nardo».

Tras consagrarse en el difícil mundo de las carpas, Joaquín Pardavé dirigió su carrera al ámbito cinematográfico y en sus inicios realizó varios papeles secundarios. Sobresalió su excelente interpretación en «Ahí está el detalle» (Dir. Juan Bustillo Oro, 1940), en mi opinión, la mejor película de Mario Moreno «Cantinflas».

Poco después Joaquín Pardavé se consagró como una popular estrella con la película de añoranza porfiriana, «México de mis recuerdos» (Dir. Juan Bustillo Oro, 1944) al interpretar al gracioso e ingenioso, don Susanito Peñafiel y Somellera, su personaje más querido y más entrañable, para diversas generaciones.

Así, en el periodo de esplendor de la llamada época de oro del cine nacional, Joaquín Pardavé construyó una prolífica obra de 73 películas en las que demostró su gran talento y desenvolvimiento escénico como actor, guionista, compositor, director y productor.

Asimismo, gracias a su enorme calidad histriónica y simpatía natural, Joaquín Pardavé alternó con las grandes estrellas de aquellos años: Fernando Soler, Mario Moreno «Cantinflas», Sofía Álvarez, Sara García, Pedro Infante, Germán Valdés «Tin Tan», Elsa Aguirre, Luis Aguilar» etcétera

En la extensa filmografía de Joaquín Pardavé se pueden distinguir tres directrices:

  • a) el cine de añoranza porfiriana;
  • b) el cine en el que posicionó a diferentes tipos de inmigrantes (libanés o asturiano, por ejemplo);
  • c) el Patiño de grandes estrellas de la época de oro.

Entre sus películas más importantes destacan:

  • «El baisano Jalil»
  • «Los hijos de don Venancio»
  • «Cuando los hijos se van»
  • «Azahares para tu boda»
    • «El barchante Negib»
  • «Ojos de juventud»
  • «Al son de la marimba»
  • «Una gallega en México»
  • «En tiempos de don Porfirio»
  • «Ahí está el detalle»
  • «El gran Makakikus»
  • «El mil amores»
  • «El hombre inquieto».

Con base en lo anterior, en el vasto firmamento artístico del cine nacional, considero que Joaquín Pardavé, en varios momentos de su carrera, superó a las estrellas con las que alternó en la pantalla, como Pedro Infante, Fernando Soler, «Cantinflas» o Germán Valdés «Tin Tan». Sobre este particular, cito al cronista e intelectual Carlos Monsiváis…

Joaquín Pardavé tenía la sabiduría del teatro y el genio personal, además fue el primero en jugar con la cámara de cine y de ahí que no le recuerde un momento malo como actor, ni aun en cintas tan malas como ‘¡Que viene mi marido!’ en la que saca el papel de manera impecable.» (Carlos Monsiváis en Raquel Peguero, «La Jornada», 11 de diciembre de 1999).

El día del adiós…

Sin embargo, un día como hoy, 20 de julio, pero de 1955, en la plenitud de su carrera y a la prematura edad de 54 años, falleció el inolvidable Joaquín Pardavé, víctima de una embolia cerebral y casi de inmediato, la triste noticia conmocionó al mundo del espectáculo de aquellos años.

Tras su muerte se construyó una leyenda popular, creada y alimentada por medios amarillistas y muy irresponsables que corrieron el rumor que el virtuoso actor fue enterrado vivo, debido a que padecía de catalepsia. Sin embargo, sus familiares desmintieron de manera categórica esa mentira escandalosa ya que sus restos nunca fueron exhumados.

Más allá de esta escabrosa anécdota, lo cierto es que Joaquín Pardavé es uno de los más talentosos y polifacéticos artistas mexicanos del siglo XX y me parece que deben revalorarse en su justa dimensión su legado en la carpa, en la cinematografía y en el espacio musical…

Imagen: Joaquín Pardavé y Mario Fortino Alfonso Moreno Reyes «Cantinflas» en un fotograma de la película, «Ahí está el detalle». historia del actor.

*Sobre la vida y legado de Joaquín Pardavé, véase el número especial de la revista «Somos», México, Núm. 192, 2000.

Escritor colaborador con http://tintopía.mx, https://www.facebook.com/TintopiaMex?mibextid=ZbWKwL

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Dr. Jorge Alberto Rivero Mora

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