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Adopción Homoparental: rompiendo el estigma

Adopción Homoparental

El pasado 28 de junio se llevó a cabo el desfile de la comunidad LGTB+ como parte de la conmemoración del orgullo gay. Hace 55 años comenzó la lucha por la igualdad y el respeto a los derechos. Antes de esa fecha, gays y lesbianas de todo el mundo eran sometidos a castración química, lobotomías y electrochoques. Un ejemplo de estas atrocidades cometidas contra la comunidad LGTBQ+ es el caso del doctor Alan Turing, un británico descifrador de códigos durante la Segunda Guerra Mundial. Más adelante, fue sometido a la castración química por actividades homosexuales, una sentencia que en la actualidad se consideraría injusta y discriminatoria y que ahora ha sido derogada. Dos años después de la castración, Turing eligió acabar con su vida a los 41 años comiendo una manzana con cianuro.

¿Por qué se conmemora el Día del Orgullo Gay el 28 de junio? La madrugada del 27 al 28 de junio de 1969, se dio la primera lucha por la dignidad de los derechos de la comunidad LGBTI+. Por primera vez, en Stonewall Inn, un bar con ambiente gay en Nueva York, Estados Unidos, los llamados “marginales”, mujeres trans, jóvenes gays, lesbianas y travestis de todo tipo, enfrentaron al sistema y reclamaron justicia e igualdad al grito de “poder gay”. Los altercados de Stonewall fueron la chispa de la revolución LGBTI+ y aglutinaron a una gran diversidad de personas de diferentes orientaciones, identidades, etnias, edades y procedencias.

La comunidad debe estar eternamente agradecida a Marsha P. Johnson y Sylvia Rivera, mujeres trans que tuvieron gran influencia en el movimiento hasta el final de sus días. Lucharon no solo por los derechos de los gays y lesbianas, sino también buscando un espacio para las personas transexuales. Desafortunadamente, estas últimas muchas veces parecen olvidadas, discriminadas y apartadas de la comunidad, porque han sido “de las más visibles y, desafortunadamente, de las más vejadas”.

El activismo LGBTI+ ha logrado sin descanso numerosos avances a nivel mundial. En 26 países se reconoce el matrimonio homosexual, en 123 los actos sexuales consensuados entre personas adultas del mismo sexo son legales y en 27 se permite la adopción para parejas homosexuales, según la Asociación Internacional de Lesbianas, Gays, Bisexuales, Trans e Intersex (ILGA).

Y es ahí donde surge una problemática que ha dividido opiniones en las sociedades modernas: ¿pueden las personas homosexuales tener derecho a la adopción de infantes? Algunos dirán que no deberían, que es una aberración, que va contra la moralidad o que no está bien ante los ojos de su deidad a la que suelen llamar dios. Por otra parte, hay personas que aseguran estar de acuerdo con la igualdad e inclusión, y creen que se les debería dar el derecho de formar una familia. Debido a la naturaleza de su unión matrimonial, les es imposible procrear hijos, y la solución factible es la adopción infantil.

El primer caso de adopción homoparental en Guanajuato, México, involucra a Alan y Daniel, la primera pareja homosexual en adoptar en ese estado. Sonríen al hablar de su hijo, Emiliano. Tenerlo al fin en casa les ha costado una batalla legal y de resistencia, pero su perseverancia les ha dado la oportunidad de criar a un niño y convertirse en un icono para las familias homoparentales. El orfanato en el que vivía Emiliano, hoy de 4 años, no quería recibir al matrimonio, por lo que tuvieron que trasladar al menor a otro que sí lo hiciera. Eso retrasó el proceso otro mes, hasta que al fin pudieron conocer a su hijo. Alan asegura que, durante esos ocho meses de peleas y disputas, “una de las cosas más fuertes fue la discriminación” que sufrieron por parte de la casa hogar de su hijo y las autoridades estatales.


Adopciones Homoparentales en otras partes del mundo…

Por otro lado, en Perú, hay más de 175 mil familias diversas que no han podido inscribir a sus hijos en el RENIEC (Registro Nacional de Identificación y Estado Civil). El Estado no reconoce que tengan dos papás del mismo sexo. Según Karenina Álvarez, presidenta de la Asociación Familias Homoparentales, en promedio, cada una de estas familias tiene dos hijos. “Son más de 300 mil niños que no tienen derecho a la identidad; a veces, los colegios no los quieren recibir”, expresó.

La abogada Claudia Sandoval indicó que esto pone en grave riesgo a los pequeños y cuestionó que los políticos de izquierda y derecha no tienen una clara voluntad para cambiar esta situación. Explicó que cuando muere el padre que no logró reconocer a su hijo, este no puede heredarle nada, y el menor queda desprotegido, sin derecho a una pensión o a una vivienda. Sandoval afirmó que es urgente que el Congreso apruebe leyes en favor de la comunidad LGBTIQ+: “Esto generaría a ambos padres el deber de mantener al niño. Actualmente, si la pareja se separa, la persona que firmó al hijo tiene la patria potestad completa. Si quiere, puede llevarlo a vivir a Japón, como si nada, generando un impacto negativo en el pequeño”.

Impacto social

Algunos afirman en redes sociales que los movimientos a favor de las familias tradicionales realmente no les importan velar por los niños desprotegidos. En primer lugar, si los padres de estos niños tuvieron que tener una relación heterosexual para poder concebir al niño desprotegido en cuestión, quizás de forma voluntaria o no, lo abandonaron. Sin padres heterosexuales que, por falta de recursos o quizás por un fallecimiento, desprotegieron al infante, no existirían niños en adopción para las parejas homoparentales. Esto significa que no por ser heterosexuales sean mejores personas. Entonces no se podría decir que una persona homosexual, por el simple hecho de su preferencia sexual, no pueda dar una educación de calidad, vivienda digna, ropa, alimentación y una vida feliz a un infante que solicite ser resguardado y criado como si fuera su hijo propio.

En contra de las adopciones, las personas conservadoras o tradicionalistas dicen que es una desgracia que dos personas del mismo sexo soliciten una custodia infantil, ante el supuesto temor de que los niños sean agredidos sexualmente, como ya se ha dado en alguna ocasión. Sin embargo, es importante recordar que las agresiones sexuales no tienen género, edad ni religión. El agresor no es necesariamente homosexual, y los ataques pueden ser perpetrados por personas heterosexuales. Pensar que por el hecho de tener otra orientación sexual esto lo haga un depravado o un agresor es una opinión bastante cerrada y limitada, pues un gusto no puede ni debería definir a una persona.

Otra razón por la que la sociedad se niega a aceptar un cambio en las familias tradicionales es la salud mental del menor. Aseguran que sufrirán burlas y acosos por parte de otros niños con padres heterosexuales.

Derecho a la adopción homoparental

En México, en el Código Civil Federal, hay algunas disposiciones generales que especifican qué personas pueden tener derecho a adoptar. El Artículo 390 establece que cualquier individuo mayor de veinticinco años, sin estar casado y en pleno ejercicio de sus derechos, tiene la posibilidad de adoptar a uno o varios menores o a una persona incapacitada, incluso si esta última es mayor de edad. En este sentido, el adoptante debe tener al menos diecisiete años más que el adoptado y cumplir con ciertos requisitos.

Requisitos de candidatos a adopciones homoparentales:

  • Demostrar que tiene los recursos suficientes para proveer la subsistencia, educación y cuidado del adoptado como si fuera su propio hijo.
  • No estar privado de sus derechos civiles.
  • No haber sido condenado por delito doloso.
  • No tener antecedentes de mala conducta o negligencia en el cuidado de menores.

La adopción homoparental es aquella realizada por una pareja homosexual, es decir, por dos hombres o dos mujeres entre los que existe una unión de hecho o un vínculo matrimonial. A fecha de hoy en el 2021, la adopción por parte de parejas del mismo sexo es legal solamente en 29 de los 195 países que hay en el mundo. A continuación, exploraremos algunos argumentos a favor y en contra de la adopción homoparental:

Argumentos a favor:

  1. Igualdad ante la ley: Los defensores de la adopción por parte de parejas homosexuales argumentan que no permitirles adoptar es una forma de discriminación basada en la orientación sexual. Consideran que esto viola los derechos humanos y debe corregirse.
  2. Mejora la situación de los niños: Los niños necesitan una familia para crecer psicológicamente sanos. Al permitir que más familias, incluidas las homoparentales, puedan acoger a un menor, se mejoraría la situación de aquellos que aún no han encontrado su familia. Muchos de los niños susceptibles de ser adoptados por parejas homosexuales provienen de entornos no ideales, como orfanatos.
  3. Capacidad de cuidado igual a las parejas heterosexuales: La mayoría de los estudios sobre adopción homoparental muestran que las parejas del mismo sexo están tan capacitadas como las heterosexuales para cubrir todas las necesidades de un niño y proporcionarle un entorno seguro. Algunos investigadores incluso sugieren que una pareja homosexual consciente de querer un hijo podría ser más idónea para el bienestar del menor que algunos padres heterosexuales no preparados para la responsabilidad.

Argumentos en contra:

  1. Preocupaciones sobre la salud mental del menor: Algunos argumentan que los niños adoptados por parejas homosexuales podrían sufrir burlas y acosos por parte de otros niños con padres heterosexuales. Sin embargo, esto no está respaldado por evidencia sólida.
  2. Agresiones sexuales: Existe el temor infundado de que los niños adoptados por parejas homosexuales puedan ser víctimas de agresiones sexuales. Sin embargo, las agresiones sexuales no están relacionadas con la orientación sexual de los padres.
  3. Debate en curso: El debate sobre la adopción homoparental sigue vigente en muchos países. La aprobación de leyes y la aceptación social varían según la región y la cultura.

En última instancia, la adopción homoparental es un tema complejo y personal. Cada opinión es válida, y es importante seguir debatiendo y considerando el bienestar de los niños en estas decisiones23. ¿Qué opinas tú al respecto?

Por Juan Luis Hernández

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