¿En las nuevas tareas de economía y política del país y en las prioridades del nuevo gobierno, qué papel tendrá la consolidación de un modelo económico nacional? De la mano de la Presidenta Claudia Sheinbaum y del nuevo Secretario de Economía Marcelo Ebrard, México necesita urgentemente fortalecer en su fase actual el proceso de industrialización ligera y pasar a la etapa de industria de bienes de producción, científica y tecnológica, plataforma necesaria para desde ahí manejar el resto de los complejos temas del desarrollo.
La tarea de ambos funcionarios es actuar con un sentido nacional profundo, porque estamos en el momento justo de dar el viraje a las políticas económicas que nos están conduciendo a ser una economía subordinada totalmente al interés del gran capital y del capital financiero internacional que sólo nos ve como parte de la cadena global de valor, en la que nosotros tenemos la misión de poner la mano de obra barata y nuestros cuantiosos recursos naturales. Lo que ha concluido por estarnos perfilando sólo hacia ser un gran país maquilador, pero sin alcanzar el tan anhelado nivel de ser un gran país desarrollado.
Parte fundamental del “segundo piso” de la transformación, que será la directriz del programa de gobierno de la próxima Presidenta de la República, consiste precisamente en construir la estructura que de soporte a nuestro desarrollo nacional con una visión de largo plazo. El cual además tendrá que ser productivo inclusivo y sostenible como lo propone espléndidamente la CEPAL en su revista publicada en razón de su 75 aniversario. La coyuntura actual es estratégica para este cambio de fase en el desarrollo mexicano. Es nuestro momento para iniciar el vuelo.
La irrupción del modelo neoliberal destruyó una parte importante de la industria mexicana que se venía consolidando con el fortalecimiento del ciclo nacional. El modelo neoliberal terminó con la visión de contar con un soporte nacional para luego competir con el exterior. Destruyó esta premisa y abrió de par en par nuestra economía a la competencia internacional. La apertura externa terminó con las expectativas de muchos pequeños y medianos empresarios mexicanos.
Ahora la exigencia que se impone contundentemente por mandato popular es continuar con la transformación, desmantelar desde abajo el entramado neoliberal y retomar el impulso de consolidar un modelo económico nacional, el cual será clave para el futuro venturoso que ansiamos para todos los mexicanos y mexicanas, principalmente las jóvenes generaciones, que solo han vivido la etapa neoliberal que sólo les muestra un rostro de México en crisis y marginación social.
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Iniciar las bases para reconstruir las cadenas productivas internas de la agricultura y la industria para fortalecer la autosuficiencia alimentaria y retomar la consolidación del ciclo industrial interno. Le corresponde también realizar de manera práctica la propuesta de la construcción de los 100 parques industriales que propuso la Presidenta electa Claudia Sheinbaum, diseñarlos por regiones como esta proyectado en los 100 pasos para la transformación.
Generar oportunidades de inversión para miles de pequeños y medianos productores nacionales. Con lo cual se multiplican los empleos y salarios para decenas de miles de jóvenes mexicanos, para mejorar sus condiciones materiales de vida y sus expectativas de futuro. Rememorando al maestro Fernando Fajnzylber, el vínculo que debe existir entre desarrollo económico y la necesaria equidad distributiva.
Las tareas de Ebrard al frente de la Secretaria de Economía tendrán también que ver con el nearshoring y su necesaria intervención para que éste no sólo se limite a atraer capitales externos, sino principalmente a establecer reglas que permitan al país contar con mecanismos para desarrollar innovación y desarrollo tecnológico propio. Cómo diseñar y lograr que muchas de las empresas que lleguen ayuden a alcanzar avances en este importante reto, como lo han conseguido los Coreanos, los Chinos y los Hindúes.
Finalmente le corresponderá también a Marcelo diseñar los modelos de inversión que por razones de la rectoría del Estado, le corresponde proponer al Sector Público tanto al sector social de la economía, como al sector privado.
Esta tarea es sustantiva porque retoma el papel del Estado como articulador de la dinámica económica nacional, pero además debe incluir a sectores sociales, como comuneros y ejidatarios, que en el pasado fueron excluidos, como fueron las concesiones mineras que sólo les generaron a estos mexicanos perjuicios, como la contaminación de sus tierras y desalojos y ningún beneficio.
Esperamos que el nuevo Secretario cumpla con las expectativas y conduzca a nuestro país a lograr un desarrollo a la altura de nuestras aspiraciones como nación soberana.
velagj@economia.unam.mx
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