REFLEXIÓN: CONTANDO HISTORIAS.

06/09/2024

REFLEXIÓN: Contando Historias.- “Gracias padre madre”.

Yo feliz de acompañar a mi amado padre a raspar los magueyes al amanecer para que mi mami haga el pulque (que por cierto, le queda delicioso), entre el rocío de la mañana que nos moja los pies, él con su morral cargando y su machete adentro por si nos encontramos alguna víbora o es necesario cortar alguna rama.

Platicando con él durante todo el camino 30 minutos de ida y 30 de vuelta aproximadamente, recordando cómo fue su infancia y diciéndome lo importante que ha sido el campo para él y todo lo que le ha dado, se detiene un momento en el camino, suspira profundamente y un poco melancólico me dice… “hay hija, si la gente supiera lo importante que es venir al campo y quedarte un rato en silencio, tendrían menos problemas”, además él sabe lo fascinante que es para mí acompañarlo y escucharlo.

Mientras vamos de camino y me va contando sus hermosas historias, yo voy feliz en silencio, dándole gracias a Dios por tenerlo, honrando su vida, agradeciendo su existir, reconociendo su sabiduría y todas sus grandes enseñanzas y miren que él sabe cuanto lo amo y lo afortunada que me siento de ser su hija, porque se lo he dicho muchas veces y se lo seguiré diciendo, también sabe que tanto él como mi madre son un gran ejemplo y una gran inspiración para mí.

Es en estos momentos donde me desconecto por completo de todo lo social y me conecto con la madre tierra, sintiéndome amada, agradecida, bendecida y en paz, en absoluta paz.

Por supuesto no faltan las risas y las carcajadas, detenernos por momentos a disfrutar del amanecer, de las diferentes flores y a cortar poleo para hacer un té cuando regresemos a casa porque mi mami se quedó haciendo el desayuno, mientras mis hijas, mi esposo y mis hermanas aún duermen.

A mitad del camino se detiene se ríe y me dice “que te parece mi jardín” y yo le contesto “le quedó hermoso papi”, soltamos la carcajada y seguimos caminando.

Desde chiquita yo siempre le decía “papi la gente dice que usted y yo estamos locos” y él me contestaba “no hagas caso hija, es porque nos tienen envidia” y reíamos.

No saben cuanto disfruto ir entre las ramas, que él vaya quitando con su machete las necesarias para que podamos avanzar y que me diga “ten cuidado hija, no te vayas a caer”, es un hombre tan amoroso, pffffff sin palabras.