La Soberanía, Escrito por Pablo Moctezuma Barragán.
“¡No somos colonia de nadie, ni protectorado de nadie! Podrán amenazarnos con cometer cualquier atropello, pero jamás permitiremos que violen nuestra soberanía y pisoteen la dignidad de nuestro pueblo y de nuestra patria, aseguró la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo. Cooperación, sí; subordinación, no. Colaboración, sí; sometimiento, no, subrayó en el 108 aniversario de la promulgación de la Constitución, en el que sin mencionar al presidente Donald Trump expresó: “nada de injerencismo, ni intervencionismo, tampoco de racismos, ni de clasismos. Queremos declarar, y que se oiga fuerte y lejos: cualquier intención de afectar nuestro derecho de ser un pueblo libre, un país independiente, una tierra soberana, se topará con un pueblo valiente que sabe luchar para defender sus derechos y a su patria.” (La Jornada, 6 de febrero 2025)
Hoy enfrentamos el neocolonialismo del Imperio norteamericano, y a los planes de Washington que ha desarrollado durante décadas. Hoy tenemos la ventaja de que los planes se anuncian por Trump abierta y descaradamente, lo que alerta al pueblo de México del peligro.
Trump no descarta intervenir militarmente en Panamá y Groenlandia, declara que EU debe apropiarse de Gaza y expulsar a todos los palestinos. Además, sacó a su país del Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas y ordenó continuar con la suspensión de fondos para la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA, en inglés). (EFE, 4 de febrero 2025)
Ha sugerido anexar a Canadá como estado 51 y en una entrevista para la cadena NBC, el 8 de diciembre pasado, propuso anexar a México como estado 52 de EU. Ha señalado el objetivo de declarar terroristas a los cárteles de la droga y ha agredido a México, señalando que el país “es peligroso” y “está esencialmente dirigido por los cárteles”, además quiere cambiar el nombre del Golfo de México a “Golfo de América”.
Esto pasa luego de un largo proceso de integración que comenzó en 1994 con Salinas de Gortari, que reafirmó Fox en 2005 con la Alianza para la Seguridad y Prosperidad de América del Norte (ASPAN) y pasó a la integración militar a partir de 2006 con los gobiernos de Calderón y Peña.
Hoy la agenda neocolonialista de EU es clara y Trump no lo esconde. Ante esta situación es necesario reafirmar la soberanía nacional, lo que implica la soberanía política y económica. Sin soberanía económica no existe la soberanía política. Y desde luego, la soberanía militar, sin la cual no hay independencia alguna.
La agenda neocolonialista de EU es clara y Trump la exhibe escandalosamente. Ante esta situación, en México es necesario reafirmar la soberanía nacional y popular. Este 2025 se conmemoran 500 años del magnicidio de Cuauhtémoc por los invasores españoles que lo asesinaron el 28 de febrero de 1525, siguiendo el ejemplo del tlahtoani, la consigna hoy por hoy es ¡resistencia y soberanía! Él luchó contra el colonialismo, nosotros ahora luchamos contra el neocolonialismo.
Washington ha trabajado más de medio siglo para incorporar a México a los Estados Unidos de las Corporaciones Norteamericanas. Estratégicamente, a partir del gobierno de Miguel Alemán en 1946, comenzó a endeudarnos. La deuda es una soga puesta en el cuello de los pueblos, en México creció de 1,600 millones de dólares en 1964 a 3,600 en 1970 con Díaz Ordaz; de 3,600 mdd a 19,000 en 1976 con Echeverría, quien nos sometió al Fondo Monetario Internacional; y de 19,000 mdd a 85,000 en 1982 con López Portillo. Así caímos en las garras de los organismos financieros internacionales y se impuso el neoliberalismo hace 40 años, eso dio pie a que Salinas de Gortari comenzara en 1994, junto con Bush entonces presidente de EU y Mulroney de Canadá, a la integración económica a Norteamérica a través del Tratado de Libre Comercio, posteriormente con Fox en 2005 se firmó la ASPAN que nos integró al Comando Norte y con Calderón se desarrolló la integración militar que continuó con Peña, siguiendo posteriormente el proceso hasta la actualidad en que militares estadounidenses han llegado a México durante el primer mes de 2025, del 27 de enero al 27 de marzo, instalándose en el Estado de México y en Chihuahua. Así se pasó de la integración económica, a la política y finalmente a la integración militar, proceso que ha dañado gravemente la soberanía nacional, al grado de que hay quienes dicen que somos una región norteamericana y no un México soberano. Nuestro país siempre se había considerado latinoamericano, a partir de 1994 se nos ha querido definir como parte de Norteamérica. Es necesario y urgente revertir ya ese proceso.
La integración económica provocada por el TLCAN destruyó la economía nacional, con el pretexto de la “libre competencia” pero no se puede competir con una potencia con una economía catorce veces más fuerte, el PIB de Estados Unidos en 1994 era de 7.3 billones de dólares, el de México era de 0.55, actualmente el PIB de México es de alrededor de 1.8 billones de dólares, el de Estados Unidos es de 27.36. El TLCAN tuvo el objetivo de subordinar la economía mexicana a las necesidades del vecino del norte, anunciando la supuesta ventaja que obtendríamos de suspender aranceles entre nuestros países, incluso Salinas presumió que ya éramos parte del primer mundo.
Donald Trump, aseguró que su país subsidia a México por un monto total de 300 mil millones de dólares y a Canadá con otros 100 mil millones de dólares, por lo que luego de reafirmar su postura de imponer aranceles a cada uno por 25 por ciento, sugirió su anexión como los estados 51 y 52. Estamos subvencionando –dijo– a Canadá por una suma de más de 100 mil millones de dólares al año. ¿Por qué subvencionamos a estos países? Si vamos a subvencionarlos, que se conviertan en un estado, dijo el 8 de diciembre en una entrevista televisiva. (La Jornada, 9 de diciembre de 2024)
Pero no es México quien gana por las exportaciones, sino las grandes corporaciones, muchas de ellas norteamericanas, entre los principales exportadores de México a Estados Unidos se encuentran General Motors, Stellantis y Ford Motor Company.
El hecho es que Donald Trump, de un plumazo, anuncia su pretensión de desconocer el T-MEC. Pues como dice Kenneth Smith, el exjefe negociador del TLCAN, la imposición de aranceles a productos exportados por México y Canadá implicaría una clara violación del T-MEC (El Financiero, 1 de febrero 2025). Así que hoy los expertos en violar cuanto tratado firman –véase cómo, tratado tras tratado, despojaron a los pueblos originarios de su tierra en Norteamérica– una vez más exhiben su verdadera naturaleza y la falsedad de sus tratados y alianzas. Con pena recordamos cómo Calderón y Peña calificaban la relación con EU de “aliados estratégicos”, cuando ellos no tienen amigos, sino intereses. Hay que ver cómo tratan a sus “aliados” Canadá y México y a los europeos.
Tras la firma del TLCAN, se destruyó la soberanía industrial y alimentaria en México, aumentó el desempleo y según las estadísticas a partir de 1994 se disparó la migración a Estados Unidos, así como la criminalidad y el narcotráfico. Estados Unidos provocó el mismo fenómeno que hoy dicen combatir y del que nos culpan, cuando todo el proceso y sus consecuencias están dirigidos desde el país del norte y en beneficio de sus cúpulas.
Estados Unidos provocó la migración en masa con un objetivo claro. Contar con mano de obra sin derechos, en condiciones de esclavitud moderna, para explotarlos sin medida, lo que también es un arma para abatir los salarios y tener en jaque a las y los trabajadores estadounidenses, de cara a ser más competitivos frente a China y demás países. Bajando sus costos de producción. La economía de Estados Unidos necesita de los migrantes y de preferencia sin papeles.
Ya Clinton y Obama habían roto récord en deportaciones, con Trump continuarán, pero el objetivo principal es criminalizar y aterrorizar a los trabajadores sin papeles, para someterlos. Siendo las políticas impuestas por Washington, a través de los organismos financieros que controla, los que conscientemente provocan las olas migratorias.
Donald Trump ya impuso aranceles del 25% al acero y aluminio y levanta ruidosamente la cuestión de imponer más aranceles contra Canadá, México, China, y lo utiliza como un arma para distraer de sus fines que no son solo comerciales, sino políticos, sociales y militares. La política de Washington es la de amenazar con aranceles para imponer su agenda en la lucha por la hegemonía mundial, obtener ventajas, mientras amagan a los países. Los aranceles no se retiran, se aplazan y quedan como amenaza.
En cuanto a los grupos criminales que operan en México, «El setenta y cinco por ciento de las armas ilegales incautadas a los criminales en México provienen de EU» dijo la presidenta Sheinbaum. Agregó que México «no produce estas armas, ni consumimos drogas sintéticas. Trágicamente, es en nuestro país donde se pierden vidas a causa de la violencia resultante de satisfacer la demanda de drogas en el país vecino». (Contralínea tv, 9 de enero de 2025).
Acusa Washington al gobierno de México de estar ligado a los carteles para ocultar que EU es quien los arma, compra drogas y las distribuye en todo su territorio, lava el dinero, sostiene a los carteles mexicanos y los mantiene en disputa para controlarlos y generar la violencia en México de la que culpan al gobierno y así tienen en jaque a la población mexicana. Si bien han tenido aliados en los gobiernos de México como sucedió con Fox, Calderón y García Luna, de 2000 a 2012, esto ha sido con el conocimiento del gobierno de EU, que dirige las redes criminales.
Pero con su amenaza ya logró Trump el despliegue de 10 mil efectivos de la Guardia Nacional a la frontera norte, distribuida en 18 municipios, para reforzar a las tropas en la frontera y “detener el flujo de fentanilo, otras drogas y la inmigración ilegal”. Presentando los problemas como si fuesen causados por México. Y si bien prorrogó un mes la imposición de 25% de aranceles, sigue y seguirá amagándonos permanentemente.
De hecho, el jefe del Pentágono no descartó intervenir militarmente en México para combatir a los carteles del narcotráfico: «No nos reservaremos nada» dijo el Secretario de Defensa de Estados Unidos, Pete Hegseth, que advirtió el viernes 31 de enero que el gobierno de Donald Trump no descarta lanzar ataques militares contra carteles mexicanos en territorio mexicano. «Todas las opciones estarán sobre la mesa», advirtió en Fox News, y se dirigió el lunes 3 de febrero a Texas donde ya hay desplegadas 4,000 tropas en la frontera con México. Es sabido que Trump declaró a las bandas de narcotráfico de México como organizaciones terroristas extranjeras, pretexto para intervenir militarmente en nuestro país. Tratan de amedrentar con sus amagos de invasión.
Por otro lado, el negocio del fentanilo, también es responsabilidad del vecino del norte: 9 de cada 19 dólares del valor de mercado del fentanilo, se generan distribuyen y cobran en EU bajo vigilancia, dirección y supervisión a escala nacional de las autoridades. En California Óregon y Washington se produce fentanilo. (Galindo, La Jornada, 4 de febrero 2025).
En la plática de Donald Trump con la presidenta Sheinbaum, ella habló de controlar el tráfico de armas, sin embargo, este punto fue ignorado en el comunicado oficial del presidente de Estados Unidos. Un acuerdo fue la creación de una Comisión bilateral para llegar a acuerdos en seguridad y comercio, a través de este organismo EU quiere intervenir directamente en México. De hecho, luego de la conversación sostenida entre el Secretario de Estado de EU, Marco Rubio y el canciller Juan Ramón de la Fuente, el 6 de febrero, la presidenta de México tuvo que expresar su rechazo a una mayor presencia de la Administración de Control de Drogas de Estados Unidos (DEA) en territorio mexicano. (EFE, 6 de febrero 2025).
Ante esta situación, es claro que la salida es romper con todos los lazos de dependencia y que México tenga un desarrollo en el que el centro sea la economía nacional, fortaleciendo la producción industrial, agrícola y los servicios. Que la economía no depende de las exportaciones e importaciones de EU que hoy son del 80% del total. Fortalecer la soberanía económica, con cooperación con muchos países, incluyendo a China, pero sin dependencias de ninguno. Es elemental que nuestro país diversifique al máximo su comercio internacional, y a la vez que se produzca en el país todos los productos más necesarios, fortaleciendo las empresas estatales y a los productores mexicanos, también los medianos y pequeños, las cooperativas, la economía local y el desarrollo científico y tecnológico propio.
Es la hora de lograr la plena soberanía e independencia y fortalecernos contra cualquier amenaza de Washington o de quien sea.
Nuestro país soberano debe desarrollarse internamente y tener relaciones de amistad y equidad hacia los pueblos extranjeros, no de sometimiento.
A 500 años del asesinato de Cuauhtémoc y luego de siglos de resistencia indígena, negra y popular, es la hora de unirnos, organizarnos y lograr que nuestra tierra esté libre del neocolonialismo. Si logramos derrotar al Imperio español en el siglo XIX, en el siglo XXI toca enfrentar y vencer al Imperio yanqui. Nos fortalece el espíritu de nuestro gran héroe para resistir y vencer. Nuestra lucha forma parte de la de todos los pueblos del mundo que aspiran a vivir en armonía entre ellos y con la madre naturaleza.
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