Un día como hoy, 1ero de julio, pero hace cuatro lustros, falleció el actor, director, galán y mito cinematográfico, Marlon Brando (1924-2004), quien para muchos es considerado el mejor actor estadounidense de todos los tiempos y una de las figuras más relevantes del cine mundial, tanto por su legado fílmico, como por su gran influencia en otras luminarias, como James Dean, Paul Newman, Robert De Niro, Al Pacino, Jack Nicholson o Johnny Deep.
Marlon Brando Pennebaker, nació en la ciudad de Omaha, Nebraska, el 3 de abril de 1924, al interior de una familia acomodada, conformada por un alcohólico y autoritario comerciante; Marlon Brando y la actriz, Dorothy “Dodie” Pennebaker y sus dos hermanas mayores y que también incursionaron en el cine: Jocelyn y Frances.
Es importante subrayar el notable cariño que Marlon Brando le profesó a su madre, quien lo estimuló a incentivar sus dotes histriónicas y que murió prematuramente por su adicción al alcohol. Por otra parte, la complicada relación con su progenitor, impactó notablemente en la personalidad del futuro galán de cine, ya que desde la adolescencia forjó una conflictiva y rebelde personalidad que derivó que fuera expulsado de distintos colegios.
A los 19 años de edad, Marlon Brando decidió salir de su adverso entorno cotidiano y cambiar de residencia con sus hermanas que vivían en el distrito de Manhattan, en la ciudad de Nueva York, EUA. Esta mudanza fue determinante para Brando porque ingresó a la clase de teatro de Stella Adler, la connotada alumna del director y pedagogo teatral, Konstantin Stanislavski.
Cómo breve acotación, el “Método de acción física” o “Método Stanislavski”, fue una vertiente histriónica que revolucionó la representación escénica a partir de una serie de elementos que todo actor o actriz debe poseer, más allá de lo intuitivo, y pronto Marlon Brando abrevó de dicha metodología en “The New School” y después en el famoso “Actor’s Studio”, para convertirse en uno de sus máximos exponentes.
A la par que se formaba como actor, en 1944 Marlon Brando logró papeles sucesivos en Broadway, en la obras “I remember Mamma” y “Candida” de Bernard Shaw. Para 1946, protagonizó la obra, “Truckline Café” y su actuación fue tan convincente que maravilló a la prensa teatral quien le auguró un estrellato que llegaría, tan sólo un año después, al estelarizar la puesta (y más adelante película) “Un tranvía llamado deseo”, escrita por Tennessee Williams y dirigida por Elia Kazan.
El éxito arrollador de la obra de Williams catapultó a la fama internacional a Marlon Brando quien más adelante supo elegir con inteligencia, roles acordes a su sensibilidad, liderazgo y talento. Así, lo mismo interpretó a grandes caudillos de la historia como Napoleón, Julio Cesar o el propio Emiliano Zapata, pero también a rebeldes sin causa o forajidos del Oeste.
De esta manera, su enorme capacidad histriónica y gran apostura, le ganaron millones de admiradoras (es), que se fueron incrementando con películas como “Hombres” (1950); “Un tranvía llamado deseo” (1951); “¡Viva Zapata!” (1952); “Julio César” (1953); “The Wild One” (1953); “La ley del silencio” (1954); “Nido de ratas “ (1954); “Guys and Dolls” (1955); “La casa de té de la luna de agosto” (1956); “Sayonara” (1957); “El baile de los malditos” (1958); “Piel de serpiente” (1960) o “El rostro impenetrable” (1961).
Si bien en la década de los sesenta, Marlon Brando filmó grandes obras cinematográficas que lo mantuvieron en el estrellato, como “La jauría humana” (1966) dirigido por Arthur Penn; “Reflejos en un ojo dorado” (Dir. John Huston, 1967) y “La condesa de Hong Kong” (Dir. Charles Chaplin), al lado de la diva italiana Sophia Loren, su voluble temperamento y complicada vida personal, afectaron su carrera profesional y, gradualmente, su apariencia y salud física
De este modo a inicios de los años setenta su otrora figura de galán de la pantalla, comenzó a cambiar por una persona con problemas de obesidad y con una conflictiva personalidad, lo que impactó negativamente en su carrera artística. Sin embargo, en 1972 Brando filmó dos obras que le regresaron sus antiguos blasones: “El padrino” (Dir. Francis Ford Coppola) basada en la novela homónima de Mario Puzo y “El último tango en París” (Dir. Bernardo Bertolucci).
Por su desempeño en “El Padrino”, Marlon Brando ganó su segundo premio Oscar, que por cierto rechazó en medio de un gran escándalo en Hollywood ya que mandó en su lugar, en la ceremonia, a la actriz Sacheen Littlefeather, quien leyó la razones del gran actor para negarse a recibir el galardón y que se resumen en el trato discriminatorio que la industria hollywoodense ha dado a los indios norteamericanos en sus producciones.
Posterior a estas obras, Marlon Brando se volvió cada vez más caprichoso, conflictivo y exigente por su status de mejor actor. Es de destacar su participación en la película “Superman” (1978) por la que cobró 4 millones de dólares, por aparecer tan sólo 10 minutos en la cinta.
De esta manera, desde 1978 hasta el año 2001, la carrera fílmica de Brando se volvió cada vez más esporádica y con papeles que ya no estuvieron a la altura de sus grandes condiciones, con excepción de la excepcional película de Francis Ford Coppola, “Apocalypse Now” (1979).
A partir de los años noventa, Marlon Brando entró a una vorágine familiar que le causó estragos en su salud física y emocional y mermaron gravemente su economía. Especialmente,1990, fue un año crítico cuando el novio de su hija Cheyenne fue asesinado y el primogénito de Brando, Christian, fue encarcelado durante seis años por esta crimen. En 1995, su hija Cheyenne se suicidó, por lo que Brando quedó muy mal en términos económicos y emocionales.
Atrás habían quedado los tiempos de su esplendor artístico, pero Brando aún se mantenía como una leyenda artística que a veces salía de su encierro para filmar películas comerciales que le ayudaran a sanear su maltrecha economía.
Entres estos filmes menores destaca “Don Juan de Marco” (Dir. Jeremy Leven, 1995) que produjo su gran amigo Francis Ford Coppola y protagonizó el polifacético y hoy muy mediatizado, Johnny Deep, con quien Marlon Brando mantuvo una estrecha amistad hasta el final de sus días.
Lamentablemente, la salud física de Brando lo puso en una situación de extrema fragilidad, por su alarmante obesidad y problemas derivados a ella, pero siempre mantuvo su aura de leyenda como ganador de dos premios Óscar como mejor actor, dos Globo de Oro y tres BAFTA.
Un día como hoy
Finalmente, el irrepetible Marlon Brando falleció un día como hoy, 1ero. de julio, pero de 2004, a los 80 años de edad por una fibrosis pulmonar que cortó de tajo su existencia. Sin embargo, su halo de leyenda lo acompañará por siempre y será recordardo como uno de los más grandes artistas del siglo pasado…
Imagen: Pina Pellicer y Marlon Brando en un cartel publicitario de la película “One-Eyed Jacks” (Dir. Marlon Brando, 1961).
Sobre su vida y legado véase la interesante biografía de Patricia Bosworth, “Marlon Brando”, España, Edit. Mondadori, 2003.
Visitas: 2