LA VIVIENDA EN QUERÉTARO

05/05/2025

Por Marco Carrillo

De acuerdo con datos del INEGI, en Querétaro se tiene un registro de 670 mil viviendas, 78% están concentradas en los municipios de Querétaro, San Juan del Río El Marqués y Corregidora, solamente cuatro municipios, en los 14 municipios restantes está un pobrísimo 22%, síntoma inequívoco de una política centralista y mal dirigida en términos de desarrollo sustentable.

El crecimiento de las llamadas casas habitación ha sido vertiginoso en lo que va del siglo XXI, de 298 mil viviendas en 2000, pasó a 454 mil en 2010 y a las ya mencionadas 670 mil viviendas en 2020. Un crecimiento promedio anual del 4%, Querétaro es el segundo estado de la República con mayor crecimiento en este rubro, solamente superado por Quintana Roo que crece al 4.7% anual.

Los problemas en materia de vivienda ponen en riesgo la calidad de vida de las y los queretanos y la tranquilidad social. En este artículo señalaré solamente tres de ellos.

Primer problema. Existe un rezago habitacional estimado en un 12%, significa que hay una demanda latente de más de 70 mil viviendas; y no es que sea por falta de construcción, de hecho, Querétaro se distingue por un ritmo de construcción de viviendas muy por encima del promedio nacional. El meollo de la situación radica en la especulación inmobiliaria, los desarrolladores construyen casas habitación de interés medio y de alta gama, son adquiridas por quienes ven interesante invertir en vivienda con la finalidad de rentar y, por esa vía, obtener mayores ingresos.

Segundo problema. En 20 años el precio de la vivienda se incrementó 200%, mientras que los salarios solamente lo hicieron en un 50%; la periodista Jessica Ignot, de AD Al Diálogo (publicación de internet, 23/04/2025), estima que, en Querétaro, alrededor del 30% de quienes están pagando una casa propia, emplean 50% de sus ingresos para cubrir el crédito hipotecario. Los ingresos promedio de la mayoría de los habitantes de Querétaro oscila entre los 6 y los 15 mil pesos. Con ese nivel de ingresos difícilmente se puede ahorrar para comprar una casa de interés social.

Si consideramos la compra de una casa de un millón de pesos, que tiene entre 56 y 110 metros de terreno y construcción, se requiere tener un ahorro de, por lo menos, 100 mil pesos para el enganche y gastos de trámites, además de los costos de escrituración e impuestos estatales y municipales que son sumamente onerosos; si se logra tener ese ahorro, habrá que considerar un pago mensual promedio de 7 mil pesos. A ello hay que agregar que la oferta inmobiliaria se mueve a partir de 1.7 millones de pesos en promedio, situación que vuelve prácticamente imposible “hacerse de una casita”.

Tercer problema. En los años 80 del siglo XX se estimaba que existían entre 15 y 20 desarrolladores que construían vivienda horizontal y de bajo costo. En la década actual se estima que existen más de 120 desarrolladores (Jessica Ignot, 23/04/2025), sin embargo, se produce el fenómeno de que alrededor de 20 desarrolladores controlan 70% de la oferta en materia inmobiliaria, manejan los créditos bancarios y de las instituciones gubernamentales.

Este es un tema que ha ido escalando en distintos ámbitos de la vida pública, especialmente en la Cámara Local de Diputados, donde ya se empiezan a promover modificaciones a las leyes correspondientes para evitar la especulación, la corrupción de funcionarios públicos que benefician a los grandes desarrolladores y para buscar beneficios para quienes legítimamente desean contar con un patrimonio propio.

Sin duda es algo que se debe atender de manera prioritaria para evitar que las malas prácticas gubernamentales sigan afectando a la población.