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UN DÍA COMO HOY 04 DE SEPTIEMBRE.

UN DÍA COMO HOY, GUSTAVO ADRIÁN CERATI CLARK.
UN DÍA COMO HOY, GUSTAVO ADRIÁN CERATI CLARK.

Un día como hoy, 4 de septiembre, pero hace exactamente una década, falleció Gustavo Adrián Cerati Clark (1959-2014), el inolvidable cantautor, guitarrista y lider de la banda de rock argentino, «Soda Stereo», quien en muchos aspectos revolucionó el escenario musical del rock en español en los años ochenta, hasta su prematura muerte, el 4 de septiembre de 2014.

Como un breve apunte, es importante contextualizar que a finales de los años ochenta, se concibió y se consolidó en nuestro país, el fenómeno musical denominado, “Rock en tu idioma”, que comercializó la entonces exitosa disquera transnacional, BMG-Ariola.

Dicha empresa lucró exitosamente con un mercado de jóvenes que vivían inmersos en crisis económicas y devaluaciones constantes, ávidos de entretenimiento y con el rock como un género musical satanizado por el gobierno, desde el “Festival de Avándaro”, en 1971.

En dicho contexto, a cuenta gotas, se dio una apertura del rock en la radio, en las producciones musicales y en los conciertos masivos, pero en el caso específico de nuestro país, considero que el auge del rock en español obedeció más a motivos económicos de disqueras y medios de comunicación (televisión y la radio) que a una apertura real y consecuente a las demandas de los jóvenes, hacia su libertad de expresión.

En los años ochenta, si bien había propuestas independientes, como el rock y el punk urbanos o el “movimiento rupestre”, el rentable negocio de “Rock en tu idioma”, no sólo redituó en ingresos millonarios a las disqueras «BMG-Ariola” y “CBS”, sino que también posicionó en el gusto juvenil, a una serie de grupos que poco tenían de rock y sí bastante de pop como”Hombres G”, “Duncan Dhu”, “Nacha Pop”, «Enanitos verdes” o Miguel Mateos.

Pero afortunadamente incluyó propuestas letrísticas y musicales, más elaboradas, de grupos y solistas de España como “Radio Futura”, “La Orquesta Mondragón”o Joaquín Sabina; de México, como “Caifanes”, “Bon y los enemigos del silencio” o “Maldita Vecindad y los hijos del Quinto Patio”; o Argentina, como Charly García, “Virus”, “Los abuelos de la nada” o “Soda Stereo”.

Precisamente, en este último grupo, “Soda Stereo”, sobresalió el compositor, productor, vocalista y virtuoso de la guitarra, Gustavo Cerati, quien nació el 11 de agosto de 1959, en el populoso barrio de Barracas, en la ciudad de Buenos Aires, Argentina.

Gustavo Cerati fue el primogénito (tuvo dos hermanas) del matrimonio de clase media, conformado por el ingeniero y contador Juan José Cerati y por su madre, la escritora Lillian Clarke, quien se convirtió en el soporte emocional y existencial del futuro ídolo musical.

Desde pequeño, Gustavo mostró habilidades artísticas y una extrovertida personalidad, que lo hizo incursionar en presentaciones musicales con sus compañeros de la primaria. Además, Cerati poseía notables aptitudes para el dibujo y por ello esta actividad fue su principal pasatiempo al elaborar historietas de súper héroes.

Asimismo, durante su niñez y adolescencia, Gustavo Cerati fue un connotado deportista que destacó en natación y en atletismo en diversas modalidades. Sin embargo, en 1973, su vis artística y creativa lo llevó, a los 14 años de edad, a conformar sus primeros grupos musicales (más por entretenimiento que por disciplina).

En esa época, Cerati tenía una gran influencia de los Beatles y, en especial, de Luis Alberto Spinetta (su gran ídolo en el espacio local). Más adelante, a la par de sus estudios de bachillerato conformó a los grupos “Savage”, “Vozarrón” y posteriormente al trío “Triciclo”.

En ese contexto, a finales de los años setenta, Gustavo Cerati decidió estudiar publicidad en la «Universidad del Salvador» en Buenos Aires, y en ese recinto se hizo amigo de un personaje que fue definitivo y definitorio en su vida: el bajista Héctor Pedro Juan Bosio («Zeta»).

En 1982, en el adverso contexto del ocaso de la terrible dictadura militar que había desangrado a la nación argentina, Cerati y «Zeta» Bosio, participaron en distintos festivales artísticos de gran popularidad entre los jóvenes.

En uno de estos festivales, conocieron al baterista Charly Alberti (Carlos Alberto Ficicchia Gigliotti) y decidieron formar un trío, al que llamaron “Los Estereotipos”, que dio la pauta para concebir al ahora legendario grupo de rock, “Soda Stereo”.​

De esta manera, con influencias que eran muy evidentes, tanto en su música como en su apariencia como “The Cure”, “The Police”, “Queen”, “David Bowie”, “Led Zeppelin” o Jimi Hendrix, “Soda Stereo” grabó su primer disco homónimo, el 27 de agosto de 1984 y de inmediato el grupo ocupó un lugar sobresaliente en el rock argentino al lado de luminarias como Charly García, Luis Alberto Spinneta, «Los Abuelos de la Nada» o «Virus».

De esta manera, de 1984 a 1997, «Soda Stereo” se convirtió en un referente, no sólo para el rock argentino, sino para toda Iberoamérica por su interesante apuesta musical que se reinventaba en cada disco de estudio que sacaban al mercado: “Soda Stereo” (1984), “Nada personal” (1985), “Signos” (1986), “Doble vida” (1988), “Canción animal” (1990), “Dynamo” (1992) y “Sueño Stereo” (1995).

En los años ochenta y noventa, muchos de los éxitos de «Soda Stereo», de la autoría de Cerati, se volvieron auténticos himnos generacionales para millones de jóvenes como “Trátame suavemente”; “Cuando pase el temblor”; “En la ciudad de la furia”; “Juegos de seducción”; “Signos”; “Corazón delator”; “Té para tres”; “De música ligera”; etcétera.

En 1996, durante la efímera moda de discos «unplugged» de la televisora estadounidense “MTV”, “Soda Stereo” grabó un disco que se volvió icónico a finales del siglo XX por dos motivos: 1) La irreverencia del grupo para no seguir la pautas marcadas por la televisora y 2) porque esta grabación evidenció su madurez y su punto musical más alto, forjados a lo largo de centenares de giras y presentaciones, millones de copias vendidas y numerosos reconocimientos.

Pero además, un rasgo importante a destacar, es que a diferencia de otros artistas que tras una exitosa carrera con su agrupación original deciden separarse y grabar discos decepcionantes, Gustavo Cerati se mantuvo constante en su crecimiento musical que se vio reflejado en producciones solistas magníficas como “Colores Santos”, con Daniel Melero (1992); “Amor Amarillo” (1993); “Bocanada” (1999); “Siempre es hoy” (2002); “Ahí Vamos” (2006) y “Fuerza Natural” (2009).

En su etapa solista se apreciaba a un Gustavo Cerati más introspectivo y más experimental, pero con la misma genialidad que lo distinguió. Además, consolidó una gran virtud en su crecimiento artístico: abrirse a la renovación musical sin depender del éxito comercial.

Así, a sus cincuenta años parecía que lo mejor de Gustavo Cerati estaba por venir y sin embargo, el 15 de mayo de 2010, tras concluir un concierto en la ciudad de Caracas, Venezuela, sufrió un accidente cerebrovascular isquémico que lo dejó en estado de coma. Con el dedicado cuidado de su octogenaria y amorosa madre, Lillian Clarke, su fragil condición de salud se mantuvo hasta su muerte, el 4 de septiembre de 2014.

No por predecible, la noticia de la muerte de Gustavo Cerati dejó de ser impactante y muy dolorosa para millones de sus admiradores y desde entonces a la fecha, un cúmulo de homenajes se le han dedicado en diversos espacios para honrar la memoria de uno de los más grandes artistas de la música latinoamericana, del último medio siglo.

Para miles de los seguidores de Cerati su muerte dolió y duele en demasía, porque uno redimensiona su talento, las horas lúdicas y entrañables invertidas en escuchar su música, y la nostalgia de ver partir a un gran artista cuya obra marcó a mi generación.

Epílogo: Años atras, el 20 de septiembre de 1997, en un pletórico «Estadio Monumental» en Buenos Aires, Argentina; el emotivo concierto de despedida (temporal) de «Soda Stereo», terminó con la canción “De música ligera” y el público se le rindió con una ovación frenética. Fue entonces cuando Cerati, emocionado, emitió su ahora emblemática frase: “Gracias totales”.

Hoy en día quienes seguimos y reconocemos su loable obra musical, concebida en una larga carrera artística de casi seis lustros, me parece prudente retomar las elocuentes palabras que Cerati inmortalizó en el concierto citado, para devolvérselas y decir: “Gracias totales Gustavo”…

Imagen: Gustavo Cerati durante el concierto «Once episodios sinfónicos» en el «Teatro Colón», Buenos Aires, Argentina, 22 de abril de 2002.

*Véase el interesante libro de Juan Morris, «Cerati. La biografía», Argentina, Penguin Random House, 2015.

Pd. De todas sus canciones «Corazón delator» es y será mi favorita…

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