En México, la figura de los grandes empresarios rentistas ha sido objeto de debate y controversia. Estos magnates, que acumulan riqueza a través de la renta de propiedades y otros activos, han sido señalados tanto como impulsores del desarrollo económico como parásitos que no contribuyen al bienestar de la sociedad. En este artículo, exploraremos quiénes son estos empresarios, cómo han construido su fortuna y cuál es su impacto en el país.
¿Qué son los empresarios rentistas?
El término “rentista” se refiere a aquellos individuos que obtienen ingresos principalmente a través de la renta de activos, en lugar de invertir en actividades productivas que generen empleos. En el caso de los grandes empresarios mexicanos, su enfoque está en la propiedad inmobiliaria y otros negocios de bajo riesgo. Veamos algunas características clave:
- Inversiones en Bienes Raíces: Los empresarios rentistas construyen y alquilan departamentos habitacionales, centros comerciales y plazas. Su objetivo es mantener la revaluación constante de sus propiedades y seguir cobrando rentas.
- Origen del Capital: Muchos de estos empresarios han obtenido su capital original a través de compras ventajosas de privatizaciones o jugosos contratos gubernamentales. Algunos incluso han saqueado el erario público.
- Falta de Inversión Productiva: A diferencia de los emprendedores que crean empleos y fomentan la innovación, los rentistas no invierten en grandes plantas industriales. Esto limita las oportunidades para los jóvenes mexicanos.
El dilema de los rentistas
La presencia de estos empresarios en la economía mexicana plantea un dilema. Por un lado, su enfoque en bienes raíces y negocios de menor riesgo puede estabilizar la economía y generar ingresos. Por otro lado, su falta de inversión en sectores productivos puede frenar el desarrollo a largo plazo.
¿Qué dice Oxfam?
La organización Oxfam ha señalado que los empresarios ultrarricos en México cooptan al Estado y que es urgente una reforma fiscal profunda y progresiva1. La riqueza de los más acaudalados no siempre se traduce en beneficios para la sociedad en general.
El camino a seguir
Para lograr un cambio significativo, es necesario que el próximo gobierno se enfoque en el desarrollo del país a través de inversiones estratégicas. La rectoría del Estado debe guiar las áreas industriales prioritarias y regionales para impulsar un México próspero y equitativo.
En resumen, los empresarios rentistas mexicanos tienen un papel ambiguo en la economía. Si bien su enfoque en bienes raíces puede generar ingresos, es crucial encontrar un equilibrio que promueva el desarrollo sostenible y el bienestar de todos los ciudadanos.
Los empresarios rentistas en México han sido objeto de debate y controversia. A continuación, menciono algunos casos emblemáticos:
- Alberto Torrado (Alsea): Alsea es una empresa que opera cadenas de restaurantes y cafeterías en México y otros países. Alberto Torrado, como fundador y presidente de Alsea, ha sido un empresario rentista destacado en el sector de servicios.
- Carlos Hank González (Grupo Banorte): Carlos Hank González es un influyente empresario mexicano y presidente del Grupo Financiero Banorte. Aunque Banorte es un banco, su enfoque en servicios financieros también lo coloca en la categoría de rentistas.
- Alejandro Ramírez (Cinépolis): Alejandro Ramírez es el director general de Cinépolis, una de las cadenas de cines más grandes de América Latina. Aunque el entretenimiento es su principal negocio, la renta de espacios comerciales también contribuye a su éxito.
Estos empresarios han construido sus fortunas principalmente a través de la renta de propiedades y otros activos, lo que los coloca en la categoría de rentistas. Sin embargo, es importante señalar que su impacto en la economía y la sociedad puede ser ambiguo, ya que no siempre invierten en sectores productivos que generen empleos permanentes para los jóvenes mexicanos1.
Para impulsar la inversión productiva y generar empleos permanentes, es fundamental considerar modelos económicos que fomenten el crecimiento sostenible y la creación de empleo. A continuación, te presento algunas medidas y modelos que pueden contribuir a este objetivo:
- Inversión en Capital Físico:
- La inversión en maquinaria y equipo productivo y en infraestructura aumenta la base productiva y tiene un efecto multiplicador en la economía1.
- Estas inversiones generan empleo y favorecen el crecimiento económico. Es esencial seguir promoviendo proyectos de infraestructura y continuar fortaleciendo la inversión en capital físico.
- Inversión en Capital Humano:
- Además de la inversión en capital fijo, es crucial considerar la inversión en capital humano. Esto incluye áreas como la educación, la salud, la seguridad social y los servicios públicos.
- La formación de recursos humanos capacitados y saludables contribuye al desarrollo económico y social sostenido.
- Inversión Extranjera:
- La inversión extranjera es una fuente importante de financiamiento. En México, se ha registrado un nivel récord de crecimiento en la inversión extranjera, con reinversión de utilidades1.
- Atraer inversiones extranjeras mediante políticas favorables puede impulsar la economía y generar empleos.
- Inversión Pública Responsable:
- La inversión pública puede estabilizar la actividad económica durante períodos de contracción. Debe enfocarse en proyectos que cumplan criterios de rentabilidad social2.
- La inversión en infraestructura y servicios públicos es esencial para el desarrollo sostenible.
- Nearshoring:
- México ofrece condiciones favorables para el nearshoring, especialmente en la industria manufacturera. Su ubicación fronteriza con Estados Unidos, acuerdos comerciales y experiencia en manufactura son ventajas competitivas1.
En resumen, un enfoque integral que combine inversión en capital físico, capital humano y políticas adecuadas para atraer inversiones extranjeras puede impulsar la economía y generar empleos permanentes.
1: Cuentas y Cuentos… Los Grandes Empresarios Mexicanos son Rentistas
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