ALBERTO PÉREZ DAYÁN: HÉROE O TRAIDOR.

07/11/2024

El magistrado Alberto Gelacio Pérez Dayán, con 12 años de jurista en la SCJN se considera hoy un Héroe o un Traidor.

La reforma judicial ha sido uno de los temas más controvertidos en la política mexicana reciente. El 5 de noviembre de 2024, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) enfrentó un momento crucial cuando el ministro Alberto Pérez Dayán se pronunció sobre la validez de la reforma. Pérez Dayán subrayó que responder a una insensatez con otra insensatez no era la solución adecuada, y que la reforma debía ser evaluada en su contexto completo. Reconoció las implicaciones de la reforma en la seguridad jurídica, la división de poderes y la independencia judicial, pero insistió en que existen otras vías para proteger estos principios sin invalidar la reforma.

Posicionamientos Anteriores a la Sesión del 5 de noviembre.

Antes de la sesión del 5 de noviembre, el ministro Alberto Pérez Dayán había expresado opiniones críticas sobre la reforma judicial. En varias entrevistas y declaraciones públicas, Pérez Dayán había señalado que la reforma podría comprometer la independencia del Poder Judicial y que cualquier cambio estructural debía ser cuidadosamente analizado para evitar consecuencias negativas. Sin embargo, también había reconocido la necesidad de modernizar el sistema judicial y mejorar su eficiencia, siempre y cuando se respetaran los principios constitucionales.

Argumentos y Posicionamientos

Durante la sesión del 5 de noviembre, el ministro Alberto Pérez Dayán presentó un argumento contundente en contra de la invalidación de la reforma judicial. Pérez Dayán subrayó que las acciones de inconstitucionalidad no proceden contra reformas a la Constitución, ya que la Corte no tiene la facultad de intervenir en el contenido de la Carta Magna. Argumentó que responder a una insensatez con otra insensatez no era la solución adecuada y que la reforma debía ser evaluada en su contexto completo.

Reconoció las implicaciones de la reforma en la seguridad jurídica, la división de poderes y la independencia judicial, pero insistió en que existen otras vías para proteger estos principios sin invalidar la reforma. Su intervención fue decisiva para desestimar las acciones de inconstitucionalidad y mantener la validez de la reforma judicial, lo que fue aplaudido por la presidenta Claudia Sheinbaum como un acto de coherencia y respeto hacia el Estado de derecho.

Reacciones de Diputados, Gobernadores, Senadores y Presidentes.

La decisión de Pérez Dayán generó diversas reacciones entre los actores políticos. La presidenta Claudia Sheinbaum reconoció la coherencia del ministro y destacó su respeto hacia la Constitución. En una conferencia de prensa, Sheinbaum subrayó que la postura del ministro demostró coherencia y respeto hacia el Estado de derecho y la Constitución.

Por su parte, el dirigente nacional del PRI, Alejandro Moreno, criticó la decisión de Pérez Dayán, argumentando que la reforma judicial compromete gravemente la independencia del Poder Judicial y abre la puerta a un control político desmedido. Patricia Mercado, diputada de Movimiento Ciudadano, expresó su preocupación por la rapidez y la falta de consenso en la aprobación de la reforma.

En el Senado, Ricardo Monreal, coordinador de Morena, defendió la reforma y el voto de Pérez Dayán, afirmando que es un paso necesario para modernizar el sistema judicial y garantizar una administración de justicia más eficiente y transparente. Olga Sánchez Cordero, también de Morena, destacó que las medidas incluidas en la reforma son esenciales para combatir la corrupción y mejorar la confianza pública.

Entre los gobernadores, Claudia Pavlovich, gobernadora de Sonora, mostró su apoyo a la reforma, señalando que es crucial para llevar justicia de calidad a todos los rincones del país. Javier Corral, exgobernador de Chihuahua, expresó sus preocupaciones similares a las de los diputados opositores, advirtiendo que los cambios propuestos podrían socavar la independencia de la judicatura.

Tintopia: Pérez Dayán y el Teatro del Poder.

Ni héroe ni villano, simplemente un ministro que entendió que no podía luchar contra la voluntad popular. La soberanía va más allá de sí mismo; comprendió que el poder no se refiere solo a poder dictar sentencias. Luchar contra un coloso y una multitud de enojos es cada día más complejo, especialmente cuando de mantener privilegios se trata.

Algunos lo llaman el paladín de la justicia, que llegó a reforzar a las tres mosqueteras que daban a solas su lucha. Otros le llaman el traidor de los privilegiados, de aquellos que se han robado el papel de la justicia y deciden ser no solo los representantes de este poder, sino que pretenden ser el poder mismo que no tiene constitución que le haga mella; y si lo hace, la invalidan pues.

Quizá un llamado a la moral y la conciencia, quizá un recordatorio del poder. Lo que haya sido, una reforma de este calado no podía detenerse solo por un grupo de personas lloriqueando sus privilegios y una suerte de sindicato de burócratas llorando con la carga de su ignorancia y manipulación de una reforma que no hacía más que seguirles dando lo que siempre tuvieron.

En este drama épico, no podemos olvidar a las tres mosqueteras: Lenia Batres, Yasmín Esquivel y Loretta Ortiz. Estas mujeres han encabezado la lucha por la justicia y la reforma, sosteniendo con firmeza la bandera de la independencia judicial y enfrentándose al poder que busca mantener el status quo. Pérez Dayán se une a ellas en esta batalla, fortaleciéndolas con su intervención decidida y su capacidad de maniobra en el intrincado mundo del poder judicial.

Pérez Dayán emerge no como un simple actor, sino como un titán en un escenario donde el poder y la justicia se enfrentan en un baile macabro. El coloso del poder no se rinde fácilmente, y Pérez Dayán, con su capacidad de discernimiento, ha sabido maniobrar en este laberinto de intereses y presiones. No es un héroe ni un villano, es el ministro que se paró firme, entendiendo que el verdadero poder reside en la voluntad del pueblo, no en los privilegios de unos pocos.

La Justicia y el Poder: Una Danza Incesante.

La reforma judicial sigue adelante, no porque unos lloren y otros celebren, sino porque es una necesidad ineludible para un México que ansía justicia real y transparente. Pérez Dayán, en su dualidad de paladín y traidor, nos recuerda que el poder es un ente caprichoso, capaz de mover montañas y también de hundir imperios. La justicia, como siempre, sigue siendo un sueño al que aspiramos, un ideal que se moldea y remoldea en las manos de aquellos que se atreven a desafiar lo establecido.

Así, en Tintopia, el escenario está listo para la siguiente escena, donde la justicia no es un sueño lejano, sino una realidad cada vez más palpable. En este drama interminable, el ministro Pérez Dayán, junto a Lenia Batres, Yasmín Esquivel y Loretta Ortiz, se alza como un símbolo de la lucha constante entre el poder y la justicia, entre los privilegios y la equidad, entre el ayer y el mañana de México.